Sophia de Mello Breyner
La obra de la poeta Sophia de Mello Breyner tiene una relación muy especial con la naturaleza. Con el realismo puro y los cuatro elementos esenciales: agua, aire, fuego y tierra, la escritora sitúa el paisaje en el centro de su poesía, describiéndolo como un lugar puro y perfecto. Por el contrario, da una connotación negativa a la ciudad, describiéndola como un falso paraíso de artificialidad e impureza.
José Saramago
Ganador del Premio Nobel de Literatura en 1998, José Saramago aparece como un revolucionario de la lengua portuguesa, que afirmaba escribir como si estuviera contando su historia. El escritor pone desorden en su ortografía con la ausencia de guiones al inicio de los diálogos y la colocación poco convencional de puntos y comas, los únicos signos de puntuación que utilizó, a los cuales denominó pausas.
Su complejidad y singularidad también fue evidente en su capacidad para combinar el pasado con el presente, la ficción con la historia y la imaginación con la ciencia. A lo largo de su obra, Saramago demuestra un evidente carácter humanista y humanitario.
Florbela Espanca
La poesía dramática y emotiva de Florbela Espanca (1894-1930) fue un reflejo de la tristeza y amargura de su vida, que la llevó al suicidio a los 36 años. El amor es el tema central de su obra, del que divergen sentimientos como la soledad, la tristeza y la “saudade”.
Fue una de las primeras feministas en Portugal, fomentando el movimiento de emancipación de las mujeres en la literatura y usando el tema del erotismo. Su egocentrismo se refuerza en este tema, presentándose como una mujer poderosa y dominante, en contraste con la imagen convencional de la mujer de la época.
Fernando Pessoa
Fernando Pessoa (1888-1935) fue uno de los grandes impulsores del modernismo en Portugal. Su creación artística estuvo marcada por la creación de varios heterónimos con diferentes personalidades.
Los más importantes fueron Alberto Caeiro, el campesino sin estudios, con un estilo de escritura sencilla, gusto por la naturaleza y por las sensaciones. Álvaro de Campos, considerado el alter ego de Fernando Pessoa, licenciado en ingeniería, educado en inglés y con tres fases a lo largo de la obra: decadente, progresista y pesimista; y Ricardo Reis, creyente de la doctrina epicúrea y de la razón superior a la pasión.